domingo, 21 de fevereiro de 2010

um poema



Nos apegamos demasiado a los hombres
esas criaturas bidimensionales e inocentes
a su piel
adherente como una tela de araña.

Me quedaria allí hasta que no dejase nada de mí
Nada.

hasta que empezamos a pesarles
como si de pronto engordásemos.
Entonces nos preguntamos
qué pasó y
cuándo.
Inevitablemente nos ponemos
éticas patétias pelenpéticas
pesadas peludas pelenpudas
nos salen canas arrugas
caries estrias verrugas
la sangre no circula.
Nos explotan por dentro.
Se llevan nuestra piel pegada a tiras
y en sus manos algún órgano fácil de vender.

En realidad no saben lo que hacen
solo quieren liberarse de la carga.







Miriam Reyes
Espejo Negro
2001- dvd ediciones
imagem de Francis Bacon

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